Sidney, dic. 18 (ANDINA).- ¿Es usted de los que no pueden escuchar un acorde de Metallica sin que su cuello se desboque? ¿No es capaz de reprimir el cabeceo al sentir el ritmo del bajo? Pues sepa que su forma de bailar puede ser perjudicial para su salud.
Es lo que asegura un estudio de la revista 'British Medical Journal', que da cuenta del trabajo realizado por dos profesores de la Universidad New South Wales de Sydney (Australia)
Asegura que las sacudidas con las que muchos amantes del heavy y el rock duro acompañan sus canciones favoritas aumentan el riesgo de sufrir lesiones –suaves, eso sí- en el cuello y la cabeza.
Como buenos y avezados científicos, compraron entradas para varios conciertos de Motörhead, Mötley Crüe, Ozzy Osbourne, Skid Row o Whitesnake, entre otras bandas, y analizaron el comportamiento del público para evaluar "cuáles eran los movimientos de cabeza más comunes entre la audiencia".
Comprobaron que innumerables movimientos de cabeza, al ritmo de la música, pueden causar dolores de cabeza y mareos si el giro alcanza un ángulo mayor de 75 grados.
Cuanto mayor sea el tempo –por poner un ejemplo, 'Kickstart my heart' de Mötley Crüe alcanza 180 pulsos por minuto- y la amplitud de los movimientos de cabeza, mayor es el riesgo de sufrir lesiones, si bien las probabilidades de padecer un problema de cuello empiezan a ser considerables una vez se sobrepasan los 130 pulsos.
Este trabajo no es el primero en señalar los riesgos asociados al cabeceo. Otros informes habían señalado que esta práctica aumenta el riesgo de pérdidas de audición, lesión cerebral, entre otros problemas.
Los más melómanos recordarán que, en 2005, los doctores que trataron a Terry Balsamo, el guitarrista de Evanescence, le diagnosticaron un infarto cerebral y le aseguraron que detrás del trastorno estaban sus movimientos descontrolados de cabeza.
ANDINA - agencia peruana de noticias
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